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jueves, 31 de mayo de 2012

La Urgente Necesidad del Kerigma (Parte 2)






¿Cómo iniciar el anuncio del Evangelio a las personas y grupos de nuestro tiempo y cómo darle término?
Hay un sentir general entre pastores y catequistas: en nuestros pueblos de América Latina algo ha pasado y está pasando ya que las personas que han recibido la fe no logran expresarla claramente, otras ni siquiera se plantean clarificarla porque están envueltas en la indiferencia religiosa y algunas que preguntan sobre lo fundamental del mensaje cristiano no encuentran la respuesta que satisfaga sus preguntas. ¿Qué hacer?
Las respuestas, quizás, no sean tan palpables, pero sí tenemos una convicción: "Nuestra catequesis tiene un punto común en todos los medios de vida; tiene que ser eminentemente evangelizadora, sin presuponer una realidad de fe, sino después de oportunas constataciones" (Documento de Medellín 8,9). Esta afirmación de los obispos latinoamericanos en Medellín en 1968 sigue teniendo vigencia.
Nuestra convicción es que hay que volver a lo esencial, a lo más nuclear de la Evangelización; pero ¿qué es lo más nuclear, lo esencial? Es sin duda, el anuncio de Jesucristo, base para todo proceso de educación en la fe.
Las siguientes reflexiones pretenden ser un aporte a la búsqueda por entender el Kerigma como el primer anuncio de Jesucristo para que una persona pueda pasar de la "no fe" a la fe, de la indiferencia religiosa a vivir y expresar que Jesús es el Señor. ¡Que se conozca a Jesucristo para que conociéndolo, se lo ame!

2. DESCRIPCIÓN DEL KERIGMA

Alrededor del concepto sugestivo del "Kerigma" se utiliza un buen número de términos para expresar, si no lo mismo, acciones y dimensiones de la evangelización parecidos tales como "Primer Anuncio", (Directorio General de Catequesis, DGC 61). Se utilizan también otros términos tales como "Primera Evangelización", "Evangelización Fundamental", y "Plan de Salvación".
La Evangeli Nuntiandi al hablar del primer anuncio a los que están lejos dice: "La Iglesia lleva a efecto este primer anuncio de Jesucristo mediante una actividad compleja y diversificada, que a veces se designa con el nombre de ‘Pre-evangelización’, pero muy bien podría llamarse Evangelización, aunque en un estado inicial e incompleto" (EN 51).
Ahora queremos centrar nuestra atención en la palabra misma: "Kerigma", palabra que hoy es parte del lenguaje catequético.

A. Origen de la palabra
El sustantivo "kerigma" viene del verbo griego "Keryssein", de ahí "Keryx". Evoca la imagen de un personaje que llega a la plaza pública para proclamar de forma oficial y autorizada alguna disposición de la autoridad, pidiendo al mismo tiempo la sumisión de los ciudadanos a tal disposición. En las antiguas culturas, esta disposición tenía una función 
importante. Se trata entonces de un "heraldo", de un "pregonero" que tiene un lugar en la corte; todo príncipe tiene su heraldo.
El heraldo debía tener, como condición primera, una hermosa voz, pero también el cuidado de "ser la voz" del que lo enviaba, era portavoz de su señor. El heraldo tenía una connotación político religiosa, con una importancia sacral.
B. Kerigma en la Sagrada Escritura
En general, la concepción del heraldo es extraña en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento "Keryx" reaparece, pero pierde la importancia que tenía en el mundo griego; ahora el acento se pone, no sobre el que anuncia o proclama la Palabra, sino en Dios mismo, que es su origen.
Los mensajeros de Jesús no tienen inmunidad; son ovejas perseguidas por el lobo (Mt 10,16). El término Keryssein, se usa, ya no con el sentido griego de mantener una voz armoniosa y altisonante con hermosas palabras, dando una exhortación, una instrucción o un sermón edificante, sino que el verbo pasa a significar proclamar".
Tiene importancia el anuncio mismo (Kerigma) pero en cuanto proclama lo esperado por los profetas del Antiguo Testamento. Lo que es verdaderamente nuevo es el anuncio por medio del cual viene el "Reino de Dios".
El punto central del Kerigma en el Nuevo Testamento será entonces el "Reino de Dios", pero la predicación no es una conferencia que ilustre exegéticamente la esencia del Reino de Dios sino la proclamación de un acontecimiento en el sentido de un concepto dinámico.
El kerigma, más que la recitación de un credo, es la proclamación de un acontecimiento que llega a la sociedad como algo totalmente nuevo: el Reino de Dios, salvación para todos, pero sobre todo para los pobres. Una comunidad de seguidores de Jesús será auténtica donde los pobres se "sienten a gusto" porque Dios "derribó de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes" (Lc 1,36); de hecho cuando la Iglesia incide más en lo social, desde el mensaje de Jesucristo, es bien aceptada y reconocida.
En el Nuevo Testamento la palabra Keryssein (Keryso) aparece en Mateo 9 veces, en Marcos 14, en Lucas 9; en los Hechos de los Apóstoles 8, en San Pablo 19. Nos fijamos especialmente en los textos según los destinatarios.

a) Kerigma dirigido a los hebreos:
Hechos 2,14-33. Discurso de Pedro el día de Pentecostés.
Hechos 3,12-26. Discurso de Pedro después de sanar a un paralítico.
Hechos 10,34-45. En casa de Cornelio.
Hechos 13,16-41. Pablo en Antioquía de Pisidia.
b) Kerigma dirigido a los paganos. 1Tesalonicenses 1,9-10. Conversión al Dios vivo.
Hechos 14,15-18. Pablo en Listra. Hechos 17,22-31. Pablo en el areópago.
c) Otros.
1Corintios 15,3-11. El más antiguo.
Efesios 1,3-14. Cristo, noticia que salva.
El contenido fundamental de los textos se puede resumir en los siguientes puntos:
* Ha llegado el tiempo en que se cumplen las promesas proféticas: el Reino de Dios está cerca.
* Estas promesas se realizan en las obras de Jesús y muy especialmente en su muerte y resurrección.
* Como Jesús resucitado ha sido exaltado, colocado a la derecha de Dios, se ha convertido en el Mesías y Señor.
* El Espíritu Santo se convierte en el signo del poder presente y gloria de Jesucristo resucitado.
* La etapa mesiánica tendrá cumplimiento con la venida de Jesucristo.
En los textos encontramos una estructura lógica que podríamos llamar fundamental:
* En primer lugar hay un momento de referencia a Jesucristo encarnado en la historia, se parte de la humanidad de Jesús.
* Luego hay una interpretación del significado del acontecimiento salvífico ocurrido en Jesús. Los apóstoles interpretan lo que ha ocurrido y esa interpretación se convierte en norma para todas las generaciones de cristianos.
* Sigue una convalidación y confesión de Jesucristo.
· Finalmente un momento exhortativo, sin llegar a querer imponer la fe.

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