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Estatutos de la Renovación Carismática

Renovación Cristiana Católica en el Espíritu Santo


 B a s e s    y    O b j e t i v o s


1.- Natividad histórica de la Renovación Carismática.

La Renovación Carismática no es otra cosa que una intervención más del amor infinito de Dios (Juan 3,16). Nace en Pentecostés y desde ese preciso momento aparece unida a María, nuestra Madre del Cielo, ya que cuando el Espíritu Santo descendió, encontró a los Apóstoles perseverando unidos en oración en torno a la Virgen María y fue ahí justamente cuando aquellos hombres renovaron su vida, su amor y su fe en Cristo Jesús, es el momento mismo del nacimiento de la Iglesia.

2.- Presencia Renovadora del Espíritu Santo.

La presencia renovadora del Espíritu Santo la encontramos dentro de la Iglesia. Ejemplo de ello son los grandes santos como Santa Teresa de Ávila, San Francisco de Asís, San Juan de la Cruz, San Agustín etc., y continúa palpándose constantemente a través de los siglos, manifestándose en forma especial en la persona de los vicarios de Cristo.

3.- Palabras de los Sumos Pontífices acerca de la Renovación y de la acción del Espíritu Santo en la Iglesia.

El mundo entero recuerda aún al santo padre Juan XXIII haciendo la siguiente oración al empezar el Concilio Vaticano II, el evento más importante en la historia de la Iglesia Católica de los tiempos modernos:

“Repítase en el pueblo cristiano el espectáculo de los Apóstoles reunidos en Jerusalén, después de la Ascensión de Jesús al cielo, renueva en nuestros tiempos los prodigios de un nuevo Pentecostés”.

Y su santidad Pablo VI en la audiencia del 19 de mayo de 1975 al referirse a la Renovación Carismática expresó: “Debe darse una Renovación un rejuvenecimiento del mundo. Debe darse de nuevo una espiritualidad, un alma, un pensamiento religioso al mundo, deben de abrirse de nuevo los labios cerrados a la oración, abrirse al canto, a la alegría, al himno, al testimonio”.

Y finalizando con el papa Juan Pablo II, quien a continuado aceptando y apoyando al Renovación Carismática y en diferentes encuentros en Roma a dicho lo siguiente:

Mayo 1981: “La Iglesia ha visto los frutos de su devoción a la oración en una forma de compromiso más profundo hacia la vida de santidad y el amor por la Palabra de Dios”.

Mayo 1987: “Quiero asegurarles que su amor a Cristo y su apertura al Espíritu de Verdad son testimonio de la misión de la Iglesia en el mundo”.

4.- La Renovación Cristiana Católica en el Espíritu Santo: Un fruto del Concilio Vaticano II para renovar y evangelizar su Iglesia.

Durante el Concilio y al finalizar, se trato ampliamente el tema del Espíritu Santo y su acción en la Iglesia. Se hicieron 258 menciones sobre el Espíritu Santo en los trece documentos conciliares. El 8 de diciembre de 1965 concluyó el Concilio Vaticano II, quedando plasmado en la necesidad de una renovación espiritual en la Iglesia:

Meses después el papa Paulo VI hacía estas declaraciones (octubre de 1966):
“Si realmente amamos a la Iglesia, lo principal que debemos hacer es fomentar en ella una efusión del Paráclito Divino, el Espíritu Santo”.

5.- Inicio Socio-Religioso de la Renovación en el Espíritu Santo.

Primavera de 1966. De manera especial, esta Renovación querida, ordenada e inaugurada por el Concilio Vaticano II tiene su inicio Socio-Religioso en la Unión Americana, en Pittsburg, Pennsylvania. Fue, para ser precisos, en la Universidad de Duquesne donde se reunían algunos profesores de dicha universidad para hacer una oración fervorosa, pues desde hacía tiempo sentían que algo faltaba en su vida cristiana personal a pesar de haberse dedicado durante años al servicio de Cristo, entregándose a variadas actividades apostólicas y percibiendo los escasos frutos de su apostolado se preguntaban: “ ¿Por qué Pedro con un discurso convirtió a 3 mil personas y nosotros con 3 mil discursos no convertimos a nadie? ¿Por qué la gente no cambia radicalmente como Zaqueo, Nicodemo, María Magdalena?”.

Entonces se propusieron escudriñar las Sagradas Escrituras, acordaron estudiar la Biblia en reuniones determinadas para tal fin y, durante esas jornadas de oración, concluyeron que les hacía falta el poder de Jesús y de los Apóstoles para predicar. Sentían que necesitaban pedir que se reavivara el Espíritu Santo presente por el bautismo. Luego hicieron el pacto de orar todos los días durante un año para pedir: “Ven Espíritu Santo”.

El 20 de enero de 1967 comenzó a manifestarse en ellos, de una forma abierta, el don del Espíritu Santo cambiando drásticamente sus actividades apostólicas y su vida entera:

- La Palabra era proclamada con poder.
- Los corazones se convertían.
- Los enfermos se curaban.

De aquí se manifestó a todo el resto del mundo como fuego nuevo ardiente, fuego abrazador que toca el corazón y transforma, Hoy hay más de cien millones de católicos que en vez de hablar de un Pentecostés histórico experimentado por otros, dan testimonio de un Pentecostés personal.

6.- El sentir de la Jerarquía.

La primera y segunda reuniones oficiales con la Jerarquía de la Iglesia fueron 6 años después: El 10 de octubre de 1973 y el 16 de octubre de 1974, donde Paulo VI dio palabras alentadoras y prudentes. El 19 de mayo de 1975, en el primer encuentro mundial de la Renovación en Roma, el papa Paulo VI acoge a la Renovación ante representantes de 50 países y 10 mil laicos, 12 obispos y 600 sacerdotes:

“La Renovación Carismática puede realmente una providencia histórica en la Iglesia, para el mundo cada vez más secularizado. No hay nada más necesario que el testimonio de esta renovación espiritual que el Espíritu Santo suscita hoy visiblemente en las regiones y ambientes más diversos y cómo no va a ser una suerte para la Iglesia y cómo no adoptar todos lo medios para que siga siéndolo”.

7.- Más sobre la Renovación.

A.- La Renovación en el mundo. En poco más de 30 años de vida, siendo el movimiento más joven, es el de más miembros en la Iglesia Católica. Está activa en más de 140 países con mayor relevancia en América Latina y África, los continente más pobres de la orbe, ratificándose la profecía de Isaías y las palabras de Jesús en Lucas 4,18 : “He vendido a traer buenas nuevas a los pobres y libertad a los cautivos”.

Hay países como Venezuela donde la Renovación Carismática opera como estructura nacional de evangelización y declaran los Obispos: “En nuestro continente, apenas si existe país o diócesis donde no esté la Renovación. En estos momentos no es posible ignorarla, ya que su vitalidad y peso en el ambiente eclesial son muy notorios”.

En septiembre de 1987, hubo la Primera Reunión Latinoamericana de obispos en Colombia, para analizar la Renovación con la asistencia de 109 obispos, cuyas conclusiones se inician así: “Como pastores, que compartimos los gozos, las esperanzas, las angustias, las tristezas de nuestros pueblos, vemos la necesidad de un cambio profundo y de una evangelización renovada, que lleve a los hombres a un encuentro personal con Jesús Resucitado, único Salvador y Redentor del hombre, Camino, Verdad y Vida y a una auténtica Conversión a su persona y a su Evangelio, bajo la guía y la acción del Espíritu Santo, para la gloria del Padre”.

El objetivo de la Renovación

No es ser un movimiento más sino una fuerza renovadora en la Iglesia

La meta de la Renovación Cristiana Católica en el Espíritu Santo – y de acuerdo con las declaraciones de los papas – no es ser un movimiento, sino renovar a toda su Iglesia, sus estructuras, sus instituciones y sus miembros.

B.- Pero… ¿qué es a fin de cuentas la Renovación? La Renovación Cristiana Católica en el Espíritu santo nació en el primer Pentecostés en el que Cristo fundó su Iglesia con la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y discípulos que, en torno a la Virgen María, pedían al Padre y a Jesús el cumplimiento de la Gran Promesa, Por tanto es tan antigua como la Iglesia y más que llamarse un movimiento de la Iglesia es en realidad, la Iglesia en movimiento de constante renovación.

C.- ¿Dónde se ubica la Renovación? La Renovación Carismática, como fenómeno socio-religioso que hoy vivimos en nuestras comunidades, apareció en la Iglesia Católica en un momento en que se comenzaba a buscar caminos para poner en práctica la “renovación de la Iglesia”, querida, ordenada e inaugurada por el Concilio Vaticano II.

No había pasado ni siquiera un año de finalizado el Concilio, cuando en el verano-otoño de 1966 comenzó a despuntar el fenómeno religioso llamado ahora “Renovación en el Espíritu Santo”. En estas circunstancias, la Renovación aparece como un acontecimiento post-conciliar estrechamente vinculado al concilio mismo, en una coyuntura histórica importante para la Iglesia Católica.

La Renovación Carismática es, según la apreciación del Cardenal Suenens, como una segunda gracia de Dios a la Iglesia y al mundo después de esa primera gracia que fue el Concilio Vaticano II. Dicho Concilio fue una gracia pentecostal eclesial a nivel “Obispos”. La Renovación es una gracia pentecostal a nivel “Comunidad Cristiana de Laicos”.

La Renovación lejos de apartarse de las instituciones que gobiernan la Iglesia, cree en ellas y se somete a ellas. La Renovación tiene su propio lugar en la Iglesia, más aún, se sitúa en el corazón mismo de la Iglesia.

8.- El Sentido de la Renovación

Objetivo General de la Renovación: Renovar significa hacer nuevo algo que ya existía, hacerle cobrar nuevamente su fuerza, su belleza, su vigor y su valor. Nuestro movimiento eso persigue: Revisar los cimientos de nuestra vida de fe para una renovación integral de los sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Y a partir de esa renovación tomar conciencia de dichos sacramentos hasta las más grandes alturas de santidad y de contemplación en el ser de la vida cristiana.

A.- Método utilizado en la Renovación.

Nuestra base es la proclamación del KERIGMA.

Kerigma significa “primer anuncio”. Se trata de la Evangelización Fundamental, las cinco verdades básicas que los apóstoles proclamaron a los paganos para que se convirtieran a Cristo. Estas verdades son:

1.- Dios es Amor. Dios te ama. Dios es un Padre amoroso que te ama personalmente e incondicionalmente y quiere lo mejor para ti. No te ama porque seas bueno sino porque El es bueno.

Motivación: Ante todo, no te pide que lo ames sino que te dejes amar por El. El Amor de Dios es para experimentarse y hacerlo vida. Vívelo.

Citas Bíblicas:

a) Con Amor Eterno te he amado: Jer 31,3
b) Dios es Amor: 1Juan 4,8
c) Los montes se correrán las colinas se apartarán pero mi amor por ti no se moverá jamás:
Is 54,10
d) Otros textos: Is 43,1 ; 49,15 ; 1Juan 4,19

2.- La Mala Noticia: El Pecado: no te puedes salvar a ti mismo. El pecado consiste en darle la espalda a Dios, no confiar ni depender de El. El pecado entró al mundo por la envidia del diablo y desobediencia del hombre. Por el pecado, el hombre se apartó de su Creador, rompió con El la amistad, deformó su alma perdiendo la imagen semejanza de Dios y la oportunidad de salvación y se condenó. El pecado te impide experimentar el amor divino y por tanto las bendiciones que provienen de ese amor. Eres pecador necesitado de salvación porque tú solo no eres capaz de vencer a Satanás ni liberarte del poder del pecado.

Motivación: Reconoce tu pecado delante de Dios. Arrepiéntete y pídele perdón. Como hijo pródigo, vuelve al Padre.

Citas Bíblicas:

a) Todos pecaron y están privados de la gloria de Dios: Romanos 3, 23
b) Todo el que comete pecado es un esclavo: Juan 8, 34
c) El salario del pecado es la muerte: Romanos 6, 23
d) Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo y la experimentan los que le pertenecen: Sabiduría 2, 24
e) Otros textos: Romanos: 11, 32 ; 14, 23 ; Salmo 51, 7 ; Génesis 2, 17 ; Juan 9, 41

3A.- La Buena Noticia: Jesucristo única solución del Padre: Jesús ya te salvó. Existe una muy buena noticia: Jesús ya te salvó y te perdonó, pagando la deuda pendiente al precio de su sangre. Con su pasión, muerte y resurrección te dio la Vida: Vida de hijo de Dios. Ya estamos en paz con Dios y es posible la felicidad, paz y armonía para ti. Jesús no nos salva, Jesús ya nos salvó.

Citas Bíblicas:

a) Tanto amó Dios al mundo que envió a su único Hijo…No para condenar al mundo sino para que el mundo se salve: Juan 3, 16
b) Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia: Juan 10, 10
c) Jesucristo nuestro Señor fue entregado por nuestros pecados y fue resucitado para nuestra justificación: Romanos 4, 24-25
d) Otros textos: Romanos 5, 8 ; Colosenses 2, 13-14 ; Efesios 2, 4-5 ; Juan 1, 7 ; Juan 16, 33 ; Hechos 4, 12 ; 1Timoteo 2, 5

3B.- Fe y Conversión: Aceptar el Don de la Salvación: Jesús ya ganó Nueva Vida para ti: Lo único que tienes que hacer es recibirla creyendo en El y convirtiéndote:

- Creer en Alguien, más que en algo, Confinado que su camino es mejor que el tuyo.
- Confesarlo Salvador Personal y renunciar a cualquier otro medio salvación.
- Convertirte es cambiar de vida por la vida de Jesús. Entregar tu vida de pecado y comenzar a vivir la vida de hijo de Dios.
Motivación: Cree en Jesús como la única solución del Padre Celestial y Acéptalo de viva voz como tu Salvador Personal.

Citas Bíblicas:
a) Han sido salvados por gracia, mediante la fe, y esto no proviene de ustedes mismos, sino que es un don de Dios: Efesios 2, 8
b) El que no nazca de nuevo, no puede ver el Reino de Dios: Juan 3, 3
c) Arrepiéntanse y conviértanse para que sus pecados sean borrados: Hechos 3, 19
d) Otros textos: Jeremías 31, 18 ; Romanos 5, 1-2 ; Juan 1, 9 ; Hechos 2, 38

4.- El Señorío de Jesús. Al ser glorificado Jesús después de su resurrección y ascensión a los cielos, el Padre Celestial le dio un título: lo constituyó Señor del Universo. Después de haber aceptado a Jesús como Salvador Personal, deja que ese Señor del Universo sea el Señor de tu vida y de cada una de las áreas de tu vida. El debe y quiere ser el centro de tu vida y existencia, renuncia a cualquier otra cosa que haya sido o sea el centro de tu vida que no sea Jesús y ríndete ante El. Solo así tu vida obtendrá la Nueva Vida en abundancia que El promete.

Citas Bíblicas:

a) Sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor a Cristo Jesús…Hechos 2, 36
b) Que toda lengua confiese que Jesús es Señor para gloria de Dios Padre…y al nombre de Jesús se doble toda todilla, porque Dios lo exaltó y otorgó un nombre que está sobre todo nombre: Filipenses 2, 9-11
c) Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor… serás salvo: Romanos 10, 9
d) Otros textos: Apocalipsis 3, 20 ; 1Corintios 12, 3 ; Efesios 1, 10 ; Zacarías 9, 9

5.- El Don del Espíritu: La Promesa del Padre. La Promesa es para ti. Jesús se hace presente con su Salvación por medio del Espíritu Santo. Cristo está sediento de regalarte el Agua Viva del Espíritu de filiación que nos hace clamar: Abbá Padre.

Motivación: Pide y recibe el don del Espíritu, su fuego abrazador sanador, sus dones y carismas.

Citas Bíblicas:

a) Yo les daré un nuevo corazón e infundiré un Espíritu nuevo: Ezequiel 36, 36
b) Serán bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días: Hechos 1, 5
c) La promesa es para ustedes y sus hijos y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios: Hechos 2, 39
d) Otros textos: Apocalipsis 22, 17 ; Juan 7, 37-39 ; Lucas 11, 13 ; Ezequiel 37, 14 ; Gálatas 3, 19 ; Joel 3, 1-2

B.- La conciencia de la Renovación.

La Renovación está conciente de la apremiante necesidad de proclamar el anuncio del KERIGMA para que por el conocimiento de la persona viviente de Jesús, reconocido como Hijo Único de Dios, el cristiano pueda descubrirlo como su Señor, su Salvador y Mediador cerca del Padre mediante una relación personal por el Espíritu Santo, Alma de la Iglesia, ya que es El “Quien rejuvenece con la fuerza del Evangelio, la renueva incesantemente y la conduce a la unión consumada con el Esposo” (L.G. No 4).

El Hijo es “Testigo del Padre”. Jesús nos dio testimonio del Padre y la persona que ha visto, oído y tocado a Jesús tiene acceso al Padre (1 Juan 1, 1-3). Nos ha enviado su Espíritu que nos recuerda todo lo que hizo y lo que sus compañeros vieron y oyeron (Juan 14, 26. 16, 13).

Nuestro acceso al Padre por Cristo, es sólo en el mismo Espíritu (Efesios 2, 18). La comunidad cristiana puede ser llamada cristiana porque el Espíritu mora tanto en Cristo como en la Iglesia.

¿Qué es lo que nos ayuda a mantener la fe? La “perseverancia en la oración con María, la madre de Jesús” (Hechos 1, 14), nuestro gran amor por la Iglesia Católica y la vivencia auténtica de una vida cristiana que fermenta la masa.

9.- ¿Quiénes somos?

El Señor es un Dios de orden, de ahí que toda persona que desee servir al Señor debe guardar dicho orden y la Renovación no es la excepción. A nivel nacional S.E.R. Mons. Adolfo Suárez Rivera, Arzobispo de Monterrey, quien ha nombrado a un delegado diocesano para la R.C.C.E.S. (Renovación Cristiana Católica en el Espíritu Santo) que es el P. David García Limón quien a su vez es auxiliado por otros sacerdotes de la diócesis, así como por un grupo de laicos encabezados por el Ing. Raúl Ezqueda e Irma Ríos de Ezqueda (Coordinadores Generales) Quienes lo apoyan ejerciendo en compañía de otros matrimonios, funciones tales como tesorería, secretaría, comunicaciones y proyectos, etc. , así como la delegación que representa a la Renovación ante el Secretariado de los Laicos. De este comité Consultivo Diocesano depende el Comité Ejecutivo Diocesano, compuesto pro representantes laicos de los diferentes centros y subcentros que han recibido la aprobación de sus párrocos, así como las personas que encabezan los comités de servicio y los representantes de las comunidades de Alianza.

Este grupo de personas se encarga de poner en práctica los lineamientos marcados por el comité consultivo, lineamientos que siempre estarán orientados a extender el Reino de Dios.

¿Cuál es nuestra aportación a la Iglesia?

“Todo árbol bueno da frutos buenos” (Mateo 7, 17) Sin duda el fruto más palpable de la Renovación es “el haber devuelto al hombre de hoy el fusto por lo espiritual y despertar un gran amor por la oración en todas en todas sus formas” (Pablo IV)

Crece el aprecio por la oración litúrgica y especialmente por la Eucaristía, que al hermanarnos nos da la gracia de comprender que nadie va solo a Dios, sino en comunidad, de ahí que surja una mayor comprensión de la naturaleza comunitaria de nuestras relaciones con Dios. Esto explica el amor a la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, en nuestros grupos y la repetida afirmación de fidelidad a sus pastores.

Otras de las contribuciones principales de la Renovación está en el terreno de la Evangelización, que pro el poder del Espíritu Santo despierta y alienta la fe, permitiendo que se manifieste un gran celo por el Reino que Jesús entregará al Padre.

10.- Renovación Carismática: Objetivos Particulares. Estatutos.

El 8 de Junio de 1993 el Pontifico Colegio de Laicos de la Santa Sede aprobó los estatutos de ICCRS: Oficina de Servicio para la Renovación Carismática con sede en Roma. El documento comienza con un preámbulo importante que describe lo que es la Renovación Carismática Católica llamada también en el documento Renovación Pentecostal Católica.

Ofrecemos a continuación este texto, pues creemos que s importante que sea conocido y estudiado en nuestras comunidades:

La Renovación Carismática Católica es un movimiento mundial pero no uniforme ni unificado. No tiene un fundador particular o un grupo de fundadores como muchos otros movimientos. No tiene listas oficiales de miembros participantes.

La Renovación es una reunión sumamente diversa de individuos (para pertenecer a ella no importa edad, sexo ni grado escolar u ocupación), grupos y actividades, con frecuencia totalmente independientes unos de otros (pero no necesariamente), en diferente grados y modos de desarrollo y con diversos énfasis, y sin embargo participan de la misma experiencia fundamental y persiguen los mismos objetivos generales y particulares del “movimiento”.

Este modelo de relaciones mucho muy flexibles se encuentran a nivel Diocesano y Nacional, como también a nivel Internacional. Tales relaciones se caracterizan muy frecuentemente por su libertad de asociación, diálogo y colaboración, más que como un gobierno, como un ofrecimiento de servicio para aquellos que lo desean.

Los objetivos particulares de la Renovación Carismática Católica consisten en:

I.- Impulsar una conversión personal, madura continua, hacia Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.

II.- Propiciar una apertura decisiva hacia la persona del Espíritu Santo, su presencia y su poder.

Con frecuencia estas dos gracias espirituales se experimentan a la vez en lo que se llama en diferentes partes del mundo “Un bautismo en el Espíritu Santo” , o “Una nueva efusión del Espíritu Santo” (también “Uno deja actuar libremente al Espíritu Santo”), que es una aceptación personal de las gracias de la iniciación cristiana y un recibir fuerza para poder realizar el propio servicio personal en la Iglesia y en el mundo.

III.- Alentar la recepción y uso de los dones espirituales (Carismas), no solamente en la Renovación Carismática sino en la Iglesia entera.

Estos dones, ordinarios y extraordinarios, se encuentran abundantemente en laicos, religiosos y clérigos. Su justa comprensión y uso correcto, en armonía con otros elementos de la vida de la Iglesia, son una fuente de fuerza para los cristianos en su camino hacia la santidad y en el cumplimiento de su misión.

IV.- Animar la obra de la Evangelización en el poder del Espíritu Santo.
Incluyendo la evangelización de quienes no pertenecen a la Iglesia, la re-evangelización de cristianos de nombre, la evangelización de la cultura y de las estructuras sociales. La Renovación promueve especialmente la participación en la misión de la Iglesia, proclamando el Evangelio con palabras y obras, y dando testimonio de Jesucristo mediante la vida personal y aquellas obras de fe y justicia a las que cada uno está llamado.

V.- Impulsar el crecimiento progresivo con santidad a través de la correcta integración de estos dones carismáticos con la vida plena de la Iglesia.

Esto se realiza mediante la participación en una rica vida sacramental y litúrgica, el aprecio por la tradición de la oración y espiritualidad Católicas, la progresiva formación en la doctrina católica guiada por el Magisterio de la Iglesia, y la participación en el plan pastoral de la Iglesia.

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Estos objetivos y proyectos que de allí dimanan han marcado a la Renovación Carismática Católica en los individuos, los grupos de oración, las comunidades, los equipos de servicio locales, diocesanos y nacionales y los ministerios.

Fue necesario, para responder a las necesidades de comunicación, cooperación y coordinación, crear en 1978 un consejo y una oficina internacionales bajo la dirección del Cardenal León Joseph Suenens, quien fue nombrado por el Papa Paulo IV, Asistente Episcopal para la Renovación a nivel Internacional. El consejo se constituyó con líderes de todo el mundo y la oficina se estableció primero en Brucelas y más tarde en Roma.

El 23 de mayo de 1984 el Papa Juan Pablo II nombró al obispo Paul J. Cordes su representante ante el Consejo y sucesor del Cardenal Suenens. Desde 1978 el consejo ha desarrollado una actividad internacional que realiza un doble servicio, por un lado promueve la comunicación y la cooperación entre los organismos de la Renovación a nivel nacional y por otro, sirve de canal de comunicación y cooperación entre la Renovación Internacional y la Santa Sede. Esta organización debe conocerse como ICCRS, Servicio Internacional de la Renovación Carismática Católica, anteriormente denominada ICCRO.

Servicio Internacional de la Renovación Carismática Católica (ICCRS) es una organización que busca impulsar la Renovación Carismática en la Iglesia Católica a nivel mundial. Esta institución está formada por un Consejo Internacional que comparte y establece las características fundamentales, objetivos y proyectos, a través de una oficina localizada en Roma, responsable de llevar a cabo las decisiones de del Consejo.

Para lograr ICCRS la realización de sus objetivos y proyectos, ofrece a la Renovación mundial ayuda y servicio, La sabiduría, conocimiento profundo y experiencias que ICCRS obtiene de todo el mundo, las pone a disposición de la Renovación mundial. Cuando ICCRS ofrece enseñanza, servicio pastoral, dirección, entrenamiento local, lo hace primordialmente como un servidor que ofrece ayuda, no como una autoridad que espera obediencia..

ICCRS en su relación con grupos nacionales o locales de la Renovación Carismática desea subrayar que su cometido es de servicio. Tiene, por tanto, una autoridad de servicio y una autoridad moral. ICCRS no busca imponer su autoridad, sino ofrecer sus servicios. La relación entre ICCRS y las expresiones nacionales o locales de la Renovación, de ninguna manera limita la relación entre los grupos de Renovación con sus Obispos locales o nacionales, ni limita la libertad individual o de grupos de la Renovación para relacionarse con la Santa Sede.