El Pontífice se expresó en un discurso pronunciado en el Vaticano ante los participantes de una Convención Nacional Organizada por la Unión de Juristas Católicos Italianos.
Ciudad del Vaticano (ANSA y EFE) - La prohibición de símbolos religiosos en lugares públicos no corresponde a una idea sana del ser laico, denunció ayer Benedicto XVI, quien insistió que “Dios debe estar presente en la vida comunitaria”.Tras lo cual añadió que el “Estado no puede considerar a la religión como un simple sentimiento individual que puede ser confinado sólo a la esfera privada”.
El Pontífice se expresó en un discurso pronunciado en el Vaticano ante los participantes de una Convención Nacional Organizada por
Según el jefe de
“La sana laicidad comporta que el Estado no considere la religión como un simple sentimiento individual, limitado al ámbito privado, sino que
“La hostilidad a toda forma de reconocimiento de la importancia política y cultural de la religión y a la presencia en particular de los símbolos religiosos en las instituciones públicas es una señal de degeneración del laicismo”, sostuvo el Pontífice.
En ese sentido, el Obispo de Roma advirtió “que la nueva tendencia laicista, que expresa una total división entre Iglesia y Estado, parece haberse convertido en un emblema de la post modernidad y de la moderna democracia”.
TAREA DE TODOS
Ante esta situación, Joseph Ratzinger, indicó que “es tarea de todos los creyentes ayudar en la elaboración de un concepto de laicismo que por una parte da a Dios y sus leyes morales, a Cristo y a su Iglesia, el lugar que merece en la vida y por otra afirma y respeta la legítima autonomía de las realidades terrestres”.
Según el Pontífice,
“Estos valores son humanos, y no pueden dejar indiferentes y en silencio a
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario, comaparte lo que piensas: