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miércoles, 1 de febrero de 2012

Oración por una grave necesidad

Hoy les comparto esta hermosa oración que sirve para cuando estamos pasando por alguna situación grave. Récenla con mucha fe y devoción confiando que el amor misericordioso de Dios siempre actúa en todas las circunstancias.

Llamada de Emergencia
Oración por una grave necesidad

¡Oh Divino Jesús! Que dijiste: “Pidan y recibirán; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá; porque todo el que pide, recibe;  y el que busca, encuentra y a quien llama, se le abre”.  Mírame postrado a tus plantas suplicándote me concedas una audiencia. Tus palabras me infunden confianza, sobre todo ahora que necesito que me hagas un favor:

(Se ora en silencio pidiendo el favor).

¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? Dónde he de buscar, sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la Clemencia y Generosidad Divinas? ¿A dónde he de llamar, sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual, DIOS viene a nosotros, y por medio del cual vamos a DIOS?

A Ti acudimos, Oh corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos pedimos protecció; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza, o el fracaso, nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites y confío en que tu corazón compasivo encontrará en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias, un motivo para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el Centurión Romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para escuchar y remediar sus males.

Sin embargo, dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú ves las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te pido, si me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe. Con tus ojos.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón Misericordioso. Amen.

(Se reza Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Sacratísimo Corazón de Jesús, en vos confío (3 veces).

NOTA: Se sugiere rezar esta oración cuando surja algún problema. Puede rezarse en forma de triduo o novena, o por un tiempo indeterminado. Se aconseja que, para rezarla con mayor provecho, se reciban los sacramentos de la Confesión y Comunión.

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