Oh Jesús, a través de tu compasión,
enséñanos a perdonad desde el amor,
enséñanos a olvidad desde la humildad
Ayúdanos a examinar nuestro corazón y
a ver si hay alguna herida no perdonada,
o alguna amargura sin olvido.
Permite que el Espíritu Santo
penetre en mi espíritu y remueva
todo rastro de enojo.
Derrama tu amor, paz y alegría en
nuestros corazones, en proporción a
nuestro vacío de propia complacencia,
vanidad, ira y ambición .
ayúdanos a cargar con ánimo
la Cruz de Cristo.
Santo cura de Ars
Ante las amenazas y ataques constantes del enemigo a todo lo que huela a Cristo, la deskerigmatización de los católicos es tristemente palpable. Hoy más que nunca, la proclamación del primer anuncio es más que apremiante. He aquí un grano de arena para coadyuvar en la ardua tarea a la que el documento de Aparecida nos exhorta a cumplir a todo bautizado.
miércoles, 7 de julio de 2010
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